REFLEXIÓN
La violencia escolar se presenta como uno de los
temas que mayor interés que ha suscitado en las últimas décadas en la población
en general. Está presente en todas las sociedades actuales, ha logrado obtener
un espacio importante en el ámbito educativo, manifestándose en formas
particulares, y conformando el fenómeno al que
se hace referencia. La sensibilidad de la temática ha sido destacada a
nivel internacional, en relación a lo perjudicial que puede llegar a ser, para
aquellos individuos que la viven de cerca, desde diferentes roles, tanto
sufriéndola como víctima o efectuándola como agresor, así como para aquellos
que la viven desde afuera, como espectadores. Y como ejemplos podemos manejar
el caso de Amanda
Todd [1]
y la Película “Después de Lucía.[2]
Por tanto es importante
hablar de las agresiones verbales y
físicas que se presentan en niños y adolecentes en
la escuela y que suceden a cada instante y un gran número de personas han sido
afectadas por estos acontecimientos, siendo esta, la razón por la que nuestro
tema de análisis sea sobre el Bullying y Ciberbullying. Además para ya no
permitir que esto siga ocurriendo se hace necesario que analicemos ¿Son culpables los alumnos de lo que les pasa
cuando son víctimas de bullying y ciberbullying?
Y en
respuesta a este cuestionamiento es necesario que tengamos presente la
conceptualización de cada uno de los términos a tratar bullying
y ciberbullying; siendo el primero cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre escolares de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado.[3]
Mientras que el segundo concepto nos referimos a lo siguiente es el uso de los medios telemáticos
(Internet, telefonía móvil y videojuegos online principalmente) para ejercer el
acoso psicológico entre iguales.[4]
Así
mismo es muy importante destacar a Felipe Lecannelier, donde hace mención de
que el periodo de mayor violencia podría haberse considerado precisamente en la
adolescencia, aunque existen estudios que nos arrojan que entre los 2 y 6 años
de edad la agresión se da de manera natural en cuanto a sus reacciones con los
demás niños de su edad.[5]
Por
lo que podríamos decir que no son culpables los alumnos, porque nosotros como
docentes y padres de familia pudiéramos haber propiciado esa sensación de
agredir a los demás, cuando no los enseñamos a desaprender o a canalizar la
agresión a partir del apego de manera
adecuada y propiciando así el desarrollo de su comportamiento negativo y que representa
un gran peligro de vida para la sociedad en general, por lo que se necesita brindar seguridad y confianza en sí
mismos a partir de una buena
direccionalidad y de la vinculación que nos marcan nuestros Planes y Programas
de 2011 de Educación Básica. Obviamente que tampoco podemos olvidarnos de las
variables que plantea Tremblay y Nagin, que son factores que pudieran afectar
el tipo de conductas agresivas, en las que se encuentran: un hermano, conducta
antisocial de la madre, fumadora, disfunción familiar que éste último en la
actualidad es muy recurrente, sobre todo porque hay muchas madres solteras y/o padres
divorciados, así como abuelos que educan a sus nietos y que ya no tienen el
mismo control que con sus hijos.[6]
Lo
que nos lleva que como padres de familia y docentes debemos concientizarnos y asumir los compromisos que nos corresponden como
parte formadora de un nuevo integrante de la sociedad y que nuestro papel es evitar que este tipo de situaciones sigan
ocurriendo una y otra vez, recordando que formamos parte de esta Sociedad del
Conocimiento y que no hemos sabido aprovechar positivamente en este mundo
globalizador basado en TIC, así como un
mejor control de la agresión y el apego.
Bibliografía
FelipeLecannnelier
Acevedo, F. F. (2010). Capítulo 2 Trayectorias Tempranas de la Agresión.
Chile: In D. Sirlopú & H. Salgado s .
Franco, M. (2012). Después de Lucía. Cd. México:
Videocine y Lemon Films.
http://www.ciberbullying.com. (2012). Qué es
ciberbullying? Proudly powered by wordpress.
Olweus, D. (1993). Bullying at school: What we know and
what we can do. Oxford: Blackwell: Ediciones Morata.
Rozenel-Domenella, V. J.-C. (2011). Apego, Guía de
Padres de Familia. Monterrey, N.L.: In Y. Heredia-Escorza & J. M.
Fernández-Cárdenas.
youtube. (2012). Caso de Amanda Todd. Canadá:
http://www.youtube.com/watch?v=vOHXGNx-E7E&feature=youtu.be.
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